Mirá, está ahí

"Mirá, está ahí", no me refiero a ningún dios ni nada. Eso ya conlleva muchas otras cosas aparte de la visión y los sentimientos.

A lo que me refiero es al: "Mirá, está ahí". Nunca viste ningún Corsa rojo por la calle, pero tu vecino se compró uno y... ¡lo ves por todos lados! ¿Siempre estuvieron o, por casualidad, todos tuvieron la misma idea?

Sí, siempre estuvieron, no queda otra. Pero nosotros estábamos ciegos ante ellos.

Este ejemplo tan burdo con el tema de los autos, pasa también con los sentimientos, con la gente, con los gestos, con la entrega, etc. Nunca viste la felicidad simplemente porque no la quisiste ver. Pero acá el tema es más complicado: Los Corsas rojos son todos iguales. Pero la felicidad, la compañía, el miedo, los temores, la esperanza y otros millones de sentimientos, pueden tomar varias formas. A algunos les da felicidad ver la puesta del Sol y a otro que su equipo gané 4 - 1.

Así de simple y tonto es el: "Mirá, ahí está". Y sí, miralo porque a veces se va.

Abrí bien los ojos, date cuenta de lo que sentís y estate atento a lo que querés conseguir que seguro de ello, hay mucho pero uno es exclusivo para vos. Como tu Corsa rojo que seguro es mejor que el del resto...

Dinamismo vital

Lo difícil es el dinamismo, la fuerza de revoluciones, los movimientos de la vida y las turbulencias del amor. El dolor más fuerte es el de quedarse sentado. Nos vamos a poder mirar siempre pero capaz nunca lleguemos a comprendernos. 
Como dueño de la palabra, testigo de mis sentimientos, dueño de mis hechos y de la fuerza del dinamismo que tal vez un poco me aplastó, hoy te cuento con raro de dolor que ya nada es lo mismo, lo denomino dinamismo.
¿Para qué escribo? Para leerme. Estoy aprendiendo a aceptarme como quien no quiere la cosa. ¿Sabés lo que cuesta ser yo? ¿Sabés lo que cuesta desilusionarse y darse cuenta que todo se movió y a veces, uno no lo quiere aceptar? Pero no, eso no frena al tren, ese que se descarrila y encuentra caminos que por ciego no quiere ver, que por miedo los tapa con el pulgar.
No estoy loco ni tampoco soy difícil. Tengo de malo mi bondad y la necesidad de encontrar la respuesta a todo. No quiero bajar los brazos ¿sabés por qué? Porque nunca lo hice. Se me habrán cansado pero acá están de nuevo arriba tomando la energía del Sol.
Confieso también la dificultad de plantearme las cosas, de golpearme la cabeza con mi realidad y sentir en ese puto esquema, a mi verdadero yo.
Hoy respiro melancolía con una mezcla de felicidad de saber que no es solo un nuevo día sino también la oportunidad de encontrarme en el camino, saludarme y contemplar lo que fue y, con el corazón en la mano, cual poeta frustrado, escribir acá sentado, escribirme una vez más.

Me lo repito con fuerza

Es como: "Uh, mirá la persona que sos. Me das un poco de gracias. Soltate, boludo, que tenés mucho que aprender pero a la vez DISFRUTARLO. Eso no solo se elige, sino también se hace. Dale, sonreí que cuando lo hacés se te pone la sonrisa igual que a la de tu hermana y hasta capaz tenés suerte y te llevás una sonrisa ajena. Dale, no me aflojes".

Todo eso me dice esa foto. Una charla de mi conmigo mismo.

Te juro que estoy con eso, mi fe se agarró de lo bueno. El escrito este lo puse en otro momento pero perdura adentro mío, no se quiere quedar quieto. Te pido con todo el cariño, con todo el amor que tengo que sonriamos juntos. Soy sincero, necesito esto. Yo aprendo, quiero estar contento.