viernes, 17 de agosto de 2012

No planear. Sí vivir

Que las cosas no sucedan como uno las planea causa muchísima tristeza. Pero mayor tristeza causa darse cuenta que estamos equivocados y que mucho tiempo estuvimos sufriendo por pensar que uno lo controla todo. Él, ella, ellos y hasta la misma naturaleza, también son factores en las vivencias y en los planes y son factores totalmente independientes lo que hace que nuestro plan pueda quedar en la nada.
Una vez sabido esto y con trabajo constante, día a día, vamos a poder darnos cuenta de que para querer algo hay que hacer todo lo que esté en a nuestro alcance. Tenemos que tener en claro, también, qué queremos y cómo lo queremos y quererlo así. Todo esto sumado a la idea de que las cosas pueden salir totalmente al revés a lo imaginado porque va a depender directamente de los otros factores. Cuando aprendamos eso vamos a poder vivir mejor y con esa pizca de misterio de no saber el desenlace pero ir hasta lo último para conocerlo.


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