lunes, 28 de noviembre de 2011

Sin escritura. Con oído consejero. Con escritura.

No me siento raro al volver a escribir. Al contrario porque siento que ahora no solo lo hago por necesidad sino también por gusto. Muchas veces he escrito en este blog por el simple hecho de poder tener un lugar donde comentar lo que me gusta y lo que no. Ahora, no solo tengo eso, también tengo un oído que me escucha, un hombro en el cual poder recostarme y hermosas vivencias que hacen mi vida más fácil. Pero también tengo este blog que me ayuda a compartir ciertas espinas que no se pueden quitar y que solo con la experiencia, las ganas y la fuerza, se pueden aflojar para sí poder caminar más tranquilo.

Quiero vivir feliz y pleno y quiero compartirlo para conseguir que todos tengamos la misma oportunidad.

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