Me acostumbré a describir lo que veo con palabras. También lo que siento, lo que quiero y lo que no, lo que me rodea... y todo (en lo posible) mi interior. Pero la gente me muestra que no solo de palabras se basa la vida. Están los hechos y caricias que pueden decir más que las palabras. Yo llevo ambas maneras de expresión como estandarte. Lo que digo lo hago y lo que siento lo escribo.
Pero resulta difícil para el que usa palabras, ver las otras maneras en las cuales se demuestran sentimientos. No porque no los vea... no porque no los sienta. Sino porque al de palabras siempre le falta palabras.
Irónicamente estoy escribiendo esto pero bueno, así lo saco de adentro y me libero, me confiezo y me conozoco. Lo bueno es que estas palabras me están enseñando... Tengo que aprender a sentir sin leer y sin escuchar. Tengo que aprender a sentir con solo tocar y escuchar... Y de nuevo todo lo lindo o todo lo feo en las palabras lo voy a encontrar.
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